El incremento de la sensibilidad medioambiental en Europa no es solo un tema de conversación pasajero, sino que se traduce en una legislación cada vez más vigilante en torno a las actividades potencialmente contaminantes y cada vez más dura con las empresas que han contaminado, ya sea accidentalmente o de forma gradual, independientemente de que sean o no culpables. La Ley estipula que, si eres el responsable, debes indemnizar por daños a terceros, y también debes dejar el medio exactamente igual que estaba antes de la acción contaminante. Los costes derivados pueden ser cuantiosos.
La responsabilidad medioambiental nos concierne a todos, pero hay algunas empresas que se ven más afectadas. Estas son:
> Fabricación industrial
> De almacenamiento o tratamiento de mercancías sensibles
> Empresas de transportes
> Empresas multinacionales o de facturaciones muy elevadas